lunes, 11 de diciembre de 2006

Sábado, sabadete

Es sábado.
Llueve.
No sé adónde ir.
Tampoco sé quedarme.

1 comentario:

J.Luis dijo...

¿Te has fijado que quedarse sin salir y salir sin quedarse no son conceptos exactamente antagónicos? Quedarse sin salir es la frustración de un hecho. Salir sin quedarse es una huida hacia adelante, un intento vano de ocultar otra frustración, la que en realidad te está pidiendo que te quedes...

Así llevo yo un año. Para ser exactos, 68 sábados interrumpidos en algún momento por 1 sabadete. Y sigo sin saber salir, ni quedarme.