miércoles, 27 de diciembre de 2006

Fabuladora

No es exactamente mentira
que el recuerdo sea siempre más dulce que la vida.
No es que la memoria mienta.
Es que flirtea con la ficción.

jueves, 21 de diciembre de 2006

Partes que sustituyen al todo

Por mucho que, por una vez,
mi imaginación y tu deseo se encontrasen,
aunque quisieras, no podrías asirme.
Me desharía entre tus manos
como las cosas que no tienen nombre.
En otro tiempo fui capaz de volar.
Ahora tan sólo soy añicos.
Partes que se desgajaron del todo.
En otro tiempo fui capaz de volar
y hay habilidades que nunca se olvidan.
Pero no es suficiente disponer de plumas
para alzar el vuelo.
Para despegar no basta tener alas siquiera.
Lo que yo necesito es que tú me pienses.
Necesito que digas mi nombre para ser real.
Al fin y al cabo, tú eres lo que queda de la esperanza,
el único sueño que no se me ha muerto de realidad.

sábado, 16 de diciembre de 2006

Domingo

Un trueno me despertó en mitad de la noche
y ahora la luz me despierta de nuevo.
Al pie de la cama yace el día hecho añicos.
Con paciencia recojo los restos, uno a uno.
Intento no masticar más pensamientos.
Desayuno.
Voy uniendo fragmentos.
Recomponiendo en silencio los pedazos.
Para la hora de comer vuelve el día a estar hecho
y yo vuelvo a tener presente sobre el que transitar.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Sábado, sabadete

Es sábado.
Llueve.
No sé adónde ir.
Tampoco sé quedarme.

viernes, 8 de diciembre de 2006

Eso que llaman 'madurar'

No empuñes los sofismas.
No adelgaces la esperanza.
No te mientas el tamaño.
Hacerse adulto no es eso.
Que no te metan el la cabeza
que madurar consiste en convencerse
de que las cosas ya no van a cambiar.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Don Gato

Salgo a tomar el aire
y el gato acude a echarse cerca de mí.
Nada me pide.
No emite ningún sonido.
Ni siquiera me mira.
Viene sólo a sumar su soledad a la mía.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Ellos

Ella le tiende sus brazos
delicados como plumas.
Él sonríe como un faro.
La mano de él vuela hasta la cadera de ella
y allí se detiene como una mariposa.
Ella posa sus delicados dedos
sobre el estómago de él.
Se miran siempre como una primera vez,
como la última.
Ríen.
Él ahora le dice algo que hasta aquí no llega.
Ella lo observa desde quién sabe qué planeta.
Se han detenido en el instante.
Se acarician con sus silencios.
Sus palabras se besan en el aire.